Descripción
“Haz, oh Señor, que te abramos las puertas de nuestro corazón y de nuestra vida. Haz que no permanezcamos insensibles a tu amor, que salgamos en pos de ti, para seguirte hasta la Cruz, sin restricciones ni prejuicios. Haz que nos acerquemos a la zarza ardiente que abrasa y no se consume, y que juntos podamos celebrar el fuego de esta Pascua como momento de salvación en este mundo, que se acerca al final del segundo milenio del cristianismo y que, una vez más, quiere dejarse iluminar por la Cruz de Jesús.”
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